Quienes
critican y hasta desdeñan el valor del doblaje latino, son pocos y no tan incidentes como
ellos quisieran ser. Aunque el mismo está adoleciendo de un refrescamiento y
tienen en ciernes al uso indiscriminado y hasta ilegal de la Inteligencia
Artificial para Voz que les clona, los actores y actrices de doblaje siguen
siendo necesarios y alabados.
Incluso
hay quienes dicen que los actores de doblaje latino son un mal necesario, en
especial para las industrias latinoamericanas que deben pagar doble y hasta
triple para doblajes por región (léase España, México que cubre hasta el Perú y
el doblaje en Argentina para el Cono Sur).
Esto
no le gusta a las empresas por la inversión, hasta que ven los resultados de
más gente en los cines, más risas, más compromiso con el drama y la acción y
que sus series o películas lleguen a ser de culto –incluso las malas-, por los
regionalismos y voces utilizadas.
Con
respecto a quienes detestan el doblaje latino, su fundamento es que le quitan
el vigor, comentarios característicos y que no facilita el aprendizaje del
inglés. Esa gente no sabe que en las legislaciones de cada país en materia de
Telecomunicaciones, existe la ordenanza de que todos los programas a
transmitirse deben estar doblados directamente al castellano (sin importar qué
país haga el doblaje).
Porque
los subtítulos electrónicos en español segregan a quienes aún no han aprendido
a leer o tienen discapacidad visual. Las voces y narraciones les permiten
disfrutar de lo que se sucede y sí usted cuestiona ello, debería de consultar a
esas gratas personas cómo les emocionan las voces de las películas que les
permiten ser parte de la acción que ellas generan.
El valor del doblaje latino
Escuché
a un actor de doblaje mexicano decir que aquello de “la voz oficial” no existe,
ya que cada actor pasa por proceso de casting o invitación directa del cliente
y la empresa de doblaje para hacer tal voz y su contrato puede ser o no
extendido.
Quizá
legalmente tenga razón, pero la figura de voz oficial lo entrega la afición al
doblaje, lo gana por un detalle que el doblaje latino posee a caudales (sea de
México, Colombia, Cuba desde Miami, Argentina, Chile o Venezuela), y es el
otorgarle correspondencia y personalidad a cada personaje. O sea, la voz va con
la imagen y no es que nada más la asociemos, es como sí ese actor o esa actriz
de doblaje, nacieron para dicho personaje.
¿Imaginan
a Pedro Picapiedra, Gokú, Homero Simpson, Sheldon Cooper, Bob Esponja, Dave el
Bárbaro, Moe - Larry y Curly, Bulma,
Lisa, Starfire, Picollo, Candy Candy, Optimus Prime, con otra voz que aquella
que le dio mayor identidad?
Ni
siquiera porque dichos personajes han tenido otra actriz o actor de doblaje se
deja de pensar en aquella voz que entregó todo por darle al personaje
identidad, trabajo duro, representatividad. Nada puede ser más oficial que
aquello que te ayuda a consolidarte.
Actores
y actrices norteamericanos han alabado a montones a sus dobladores en Latinoamérica,
entonces, ¿Por qué el odio de algunos al doblaje?
¡No
me van a decir que prefieren los subtítulos electrónicos en español!, esos que
adelantan la acción y que contienen muchísimos errores de traducción,
explicación y propiedad, que ni siquiera puede considerarse fáctico.
Tienen
su derecho, claro está, pero el doblaje latino es necesario y hasta quienes no
le prestan atención sobre quién hace las voces, lo sabe.
De
allí que su valor sea la identidad, personalidad, ánimo, el encuentro cultural
e informativo al utilizar regionalismos, coloquios, jerigonzas o jergas que
hacen más comprensible y entretenido o rudo o dramático cada momento.
¿Hay
doblajes latinos malos o que no se correspondan?, ¡Sí, y muchos!; en especial
cuando siendo una profesión, siga sin ser una carrera universitaria en algunos
países y sí es una cátedra, resulta complementaria a la de artes y actuación.
Ocurre también que quienes forman y se forman, no consolidan y muchos no van más allá de tomarlo como una diversión temporal.
Hace falta más compromiso y ser menos
gregarios tanto en la formación como en la convocatoria, para que el doblaje
latino sea ese valor agregado que bien podemos notar que el doblaje en España,
Brasil, Alemania, Italia, China, Japón e incluso en Norteamérica no terminan de
tener.
Ese
que hace que las voces e imágenes se correspondan para hacer más llamativa,
comprometida y jugosa a cualquier historia.
¡Que
viva el buen doblaje latino, se haga donde se haga!
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