CUIDE DE SÍ MISMO
Dé y reciba cuidados cuando se esté enfermo
Cuando la gente se enferma, incluso cuando tiene
enfermedades contagiosas a menudo no se aísla de los demás ni busca el
tratamiento adecuado. Como fácilmente se puede ver, esto puede poner en peligro
la salud pública tanto como la propia. Insistamos siempre en que una persona
tome las precauciones apropiadas y reciba la debida atención cuando esté
enferma.
Eso no es opcional ni por gusto. A nadie le gusta
enfermarse sino la salud. Pues busque imperiosa y afanosamente la salud al
estar enfermo. Un caballero o una dama no anda propagando su enfermedad y menos
diciéndola en tono lamentero, pero no la calla, pide ayuda, esa es la dignidad.
Mantenga limpio su cuerpo
Las personas que se bañan poco o que no se lavan las
manos con regularidad pueden ser portadoras de gérmenes y bacterias. Te ponen
en peligro. Tenemos todo el derecho en insistir que las personas se bañen con
regularidad y se laven las manos, eso no es un estilo de vida ni personalidad
sino un problema de salud pública. Luego de trabajar, salir a caminar, hacer
ejercicios, de estar en pareja o antes de dormir si no se está fresco, lo mejor
es darse un buen baño.
Proteja sus dientes
Se ha dicho que si uno se cepilla los dientes después
de cada comida nunca sufrirá de caries. Eso es exagerado pero es factible
mantener una salud bucal y por ende estomacal y corporal según el correcto
cepillado. Esto y/o masticar chicle después de cada comida ayuda a defender a
los demás de enfermedades orales y mal aliento. Sugiere a otros que protejan
sus dientes pero de manera cortés, este tema atrae susceptibilidades indebidas
y separaciones. Proteja sus amígdalas con un buen enjuague bucal y el uso de
hilo dental.
Una limpieza dental con el odontólogo cada seis meses
le dará salud, dientes sanos y aliento fresco.
Aliméntese adecuadamente
Las personas que no se alimentan adecuadamente no son
de gran ayuda ni para sí mismas. Tienden a tener un bajo nivel de energía y son
propensas a la mala salud, irritabilidad, falta de concentración, apatía y una
insana somnolencia.
No se necesitan dietas extrañas para alimentarse
adecuadamente. Con buenas porciones, tomar sopa, jugos y comida a la plancha se
puede comer sano, sabroso y adecuadamente. El consumo de alimentos nutritivos
con regularidad nos harás más efectivos para nosotros mismos y por ende para
los demás.
Descanse
Aunque muchas veces a lo largo de la vida nos vemos
obligados a trabajar a horas en que normalmente ya estaríamos dormidos, una
persona que en general no logra descansar adecuadamente puede convertirse en
una carga para sí mismo como para los demás.
Las personas cansadas no están alertas. Tienen una
mayor propensión a cometer errores que de usual no cometerían y terminan
frustrándose. Sufren o generan accidentes, percances, tropezones y burlas.
Justo cuando las necesitas pueden dejarte toda la carga
de trabajo. Ponen en peligro a los demás. Insistamos pues en que la gente que
no descansa apropiadamente, lo haga.
Son 24 horas en el día: 8 horas para laborar, 8 horas
para convivir y 8 horas para dormir. La distribución no es siempre en ese
orden, pero cumplirlo en lo mejor posible, da descanso, paz y efectividad.
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