Si se aprende a tocar un instrumento esto nos puede ayudar a
mantener nuestra mente relajada y traerá mucho bienestar para nuestra persona.
Nótese como ejemplos, el estado anímico, de interacción y desarrollo de niños y
adolescentes, siempre y agrado, además de ayudarles a obtener mejor aprendizaje
en sus estudios tradicionales y conocer más los sonidos del entorno.
Nunca es demasiado tarde para elegir el instrumento que más nos llame la
atención o nos guste, armarnos de paciencia y empezar a practicar. Al principio
nos costará, pero la constancia nos ayudará a desarrollar cada vez más agilidad
y adquirir destreza. Y sí, el proceso puede incluso ayudarnos a reírnos de
nosotros mismos y a aprender a gestionar las frustraciones de tal forma que
saquemos provecho de ellas y sigamos adelante.
¿Qué conseguimos al
tocar un instrumento musical?
1. Autodisciplina y constancia
Una de las mejores maneras de inculcar a los niños valores como la
autodisciplina y la constancia es invitarlos a aprender a tocar un instrumento
musical.
2. Despierta la sensibilidad artística
Con la música se tocan corazones, se llora,
se eriza la piel, se aumenta la alegría, se consuela y se emociona a las
personas que se identifican con cada pieza. En definitiva, aprender a tocar un
instrumento musical sirve para desarrollar nuestra sensibilidad hacia el arte y
hacia la parte interior de uno mismo con el fin de expresar y comunicar las
emociones con este lenguaje.
3. Facilita el aprendizaje
Para
conocer y desarrollar las posibilidades de un instrumento se estudian
diferentes asignaturas que mejoran nuestras capacidades intelectuales de manera
notable. En el estudio de una carrera musical se potencia la memoria, la
capacidad de análisis, la imaginación, la capacidad de abstracción y, sobre
todo, la concentración. Por este motivo, la mayoría de las escuelas incluyen
asignaturas que favorecen la inteligencia musical .
4. Reduce el estrés y la ansiedad
A través de la interpretación de una pieza
musical con nuestro instrumento, podemos centrar nuestra atención en el
presente y esto, aparta tanto el estrés como la ansiedad de nuestra mente. Por
otra parte, tocar un instrumento musical implica la realización de una
actividad física, leve, pero muy beneficiosa.
5. Potencia nuestra imaginación
Las posibilidades para hacer diferentes
tipos de música son infinitas. La historia de la música deja patente los
innumerables maestros de la creación musical y sus diferentes estilos. Aprender
a tocar un instrumento musical nos abre la mente.
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