De nada puede valer el que una persona se esfuerce
en ahorrar para adquirir un vehículo, sea del país o uno solicitado a través de
una agencia online o física para la importación de coches, sí no se hacen copartícipes y promotores de una cultura vehicular profunda, equilibrada
y constante.
No es del todo cierto que la integridad y cultura
vial sea potestad de los entes gubernamentales; quienes conducen un vehículo,
deben no sólo cuidar a los mismos y a sí mismos, sino a todo el conglomerado.
Una actitud ejemplar, metódica y ecuánime, podrá
disminuir el número de accidentes e incidentes generados por un mal uso del
vehículo, además de erradicar la ominosa anarquía al conducir en zonas urbanas, extraurbanas, autopistas o caminos rurales.
¿Cuántas veces
hemos visto intransigencias que han afectado o han estado a punto de
afectar, por falta de cultura vehicular, que se demuestra carecer al no
observarse cívica, prevención y buenos modales en los choferes?
Todos tenemos parte de culpa, por negar, omitir y/o
no denunciar las fallas, además de cometerlas con cualquier pueril excusa.
Vamos a adosar algunas normas éticas que pueden
impulsar una cultura vehicular justa, ecuánime, que se transforme en una
segunda naturaleza y logre aminorar las terribles complicaciones acometidas por
quienes conducen, cuando ello debería ser un placer responsable.
Cultura vehicular: Consejos para fomentar la ética al conducir
Hay que procurar mantener un alto grado de atención,
evitando al máximo cualquier distracción como puede ser el uso de auriculares o
celulares o incluso, distraerse con mal uso del GPS o los equipos de audio y video que ahora se instalan en
los carros; o cualquier otro aparato que fomente el descuido en la conducción.
Incluyamos a los pasajeros como distractores
voluntarios o involuntarios o asomarse a ver choques, altercados, letreros e
incluso, apreciar a mujeres u hombres por su atractivo.
Procuren adaptar en cada momento la velocidad del
vehículo a las condiciones de la vía y a la carga que se esté transportando.
Es inverosímil que, porque la camioneta tenga mucho
poder, se abuse del mismo conduciendo a mayor velocidad de la permitida y/o realizando
zigzag o intimidando a otros conductores.
La cultura vehicular insta a ser conscientes del
espacio para maniobrar y de la capacidad de respuesta del vehículo en cada
situación.
Los reflejos se condicionan a la velocidad y
atención, así como al estado del vehículo e intención al conducir (ser buen
ciudadano o prepotente, tú decides y asumes).
Procura vestir con ropa cómoda y calzado adecuado
durante la conducción. En caso de utilizar lentes con graduación o lentes de
sol, no evitar su uso e incluso, tener unos de repuesto en el vehículo. Si se
ingieren medicamentos, estar seguros de que no están contraindicados para la
conducción.
Cuando adelantes a un ciclista siempre deja al menos
1,5 metros de distancia entre tu vehículo y la bicicleta.
Igualmente, los motorizados y ciclistas han de
demostrar un alto grado de cultura vehicular, ya que sí bien tienen mayor
facilidad de desplazamiento, esto no les exime de respetar a los vehículos y
muy especialmente a los peatones. Por ende, evitar ir contraflujo, del lado izquierdo del sentido
vehicular y tocar corneta o dar paso a los marchantes.
Parece irónico y es muy vergonzoso tener que decir
lo obvio, pero la debilidad en la
actual, lo amerita: Debes respetar las señales de tránsito y las normas
de circulación vigentes, así como las indicaciones de los agentes de tráfico.
Apresurarse para ganarle a una luz roja o comerse la
luz roja del semáforo, más temprano que tarde te traerá consecuencias, casi
siempre negativas. Nadie te eximirá de ese error nacido del falso orgullo y
real prepotencia al conducir.
No conduzcas bajo los efectos del alcohol, las
drogas o el cansancio. Evítalo también si has tenido un disgusto, una tristeza
o confusión.
Incluso sí se mete un insecto al vehículo, debes
parar y luego sacarle. Obviar esos pequeños detalles, trae grandes y fatales
consecuencias.
Utiliza el cinturón de seguridad y los sistemas de
retención infantil adecuados. Además, realiza inspección de las bolsas de aire.
Mantén al vehículo en buen estado de funcionamiento,
revisando periódicamente los elementos esenciales como los frenos, las luces,
los caucho, la dirección, el aceite, etc.
Nada se pierde y mucho se gana siendo corteses y
solidarios con los demás usuarios de la vía, evitando actitudes agresivas,
extremadamente locuaces u osadas o irrespetuosas.
La cultura vehicular también insta a la conciencia responsable
sobre el impacto ambiental que genera la conducción; además del buen
funcionamiento del vehículo, procura utilizar productos que ayuden a reducir
las emisiones contaminantes y/o el excesivo consumo de combustible.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario