La
idea de que compartimos el planeta y que uno puede y debe ayudar a cuidarlo
puede parecer muy grande e incluso para algunas personas parece ser un mito,
algo que está muy por encima de la realidad.
Como
hemos estado observando e incluso observamos bien recopilados en este sitio web, en la actualidad, lo que sucede en el otro lado del mundo, aunque
sea tan lejos, puede ser la causa de lo que suceda en tu propio hogar.
Descubrimientos
realizados por científicos de la NASA
entre otros, presumen que la vida en nuestro planeta puede llegar a
deteriorarse de manera tal que acarrearía el fin de la vida. El cambio climático se está sintiendo y lo
sabemos, pero no nos detenemos a ayudar porque creemos que, como individuos,
nuestro es fuerzo es innecesario.
La realidad del planeta
Sí
se talan demasiados bosques, se contaminan demasiados ríos y mares, sí se
ensucia la atmosfera, ese será nuestro fin. ¿Puede suceder?, sin control, sí.
Con control, aún los grupos anárquicos lo hacen a escondidas –o abiertamente-
lo que nos pone en riesgo por igual.
¿Qué podemos hacer?
Nos
preguntamos con frecuencia, “aunque reconociera que eso es verdad, ¿Qué puedo
yo hacer? Bueno, aunque solo mostráramos desacuerdo cuando la gente hace algo
que dañe al planeta, estaríamos haciendo algo al respecto. No estar de acuerdo con el mal, ya es un bien.
Aunque
sólo tuviéramos la opinión de que simplemente no es bueno arruinar el planeta y
expresáramos esa opinión, estaríamos haciendo algo.
El
cuidado del planeta empieza en el jardín de nuestra casa. De allí se extiende a
la zona por la que pasamos para llegar a la escuela o al trabajo. Abarca los
lugares a los que vamos a comer en el campo o en vacaciones.
La
basura que ensucia el terreno y el agua, el incremento de matorrales secos que
provocan incendios, son situaciones con las que no debemos contribuir.
Por
otra parte, en nuestros ratos libres podríamos hacer algo para evitarlas. Plantar un árbol puede parecer poco
importante, pero es un hito cultural en la vida de todos, que siempre será un
legado positivo para nuestro planeta y por ende, nuestra patria.
La historia nos asiste en el cuidado del planeta
En
algunos países, las personas mayores y/o los desempleados no se sientan en las
calles por allí a desmoralizarse. Los gobiernos y la empresa privada les
emplean para cuidar jardines, parques y bosques, para recoger basura, aplicar el reciclaje y añadir algo de
belleza al mundo.
No
faltan recursos para cuidar al planeta, más bien por lo general, se ignoran.
El
Cuerpo Civil para la Conservación
(C.C.C.) que se creó en Estados Unidos en la década de 1930 para absorber
las energías de los oficiales desempleados y de los jóvenes, fue uno de los
pocos proyectos –sí no el único- en esa época de la gran depresión, que creó mucha más riqueza para el Estado de lo
que se gastó en él.
Reforestó
grandes zonas y llevó a cabo otros proyectos valiosos que cuidaron esa parte
del planeta que corresponde a los Estados
Unidos de América.
Actualmente
ese C.C.C., ya no existe. Pero existen ONG’s
y Fundaciones que realizan trabajos
similares, además de la educación escolar que podrá ser pequeña, pero sí es
incidente, aunque podría ser más sí los niños y jóvenes aprendieran que hacerlo
toda la vida, es mucho mejor.
Aportemos más, quejémonos menos
Podemos
hacer algo tan simple como añadir nuestra opinión de que todo tipo de proyecto
o idea, por muy mínima que sea, pero que limpie al entorno, es igual de valioso.
Apoyar
a los líderes de opinión y a las organizaciones que trabajan por el medio
ambiente, es una cuestión de honor que debería ser parte de nuestra cultura general y rutinaria.
No
carecemos de tecnología y mucho menos, de ideas. Pero algunas veces la
aplicación de estas cuesta dinero. Y el dinero se consigue cuando se siguen
políticas económicas sensatas, políticas que no castigan a todo el mundo. Entiéndase política como el trato que entre todos tenemos, no a la política de
los gobiernos o la política partidista.
Las
políticas económicas o planes de ahorro entre los individuos, bien que existen.
Lo que hay es que tener las ganas de defender al planeta y convertir al dinero
en algo realmente socioproductivo. Recordar que lo micro es lo que va haciendo
a algo macro.
Es
mucho lo que uno puede hacer gratis
para ayudar a cuidar el planeta. Empecemos con la idea de que debemos hacerlo
por que sí y que nadie debe estar recogiendo nuestra basura, somos nuestros propios guardianes de la
limpieza. Y debemos ser voceros sugerentes a otros de que también deben
hacerlo, sin imposiciones, sino con argumentos válidos. Es por ti y por ellos.
Hay
hombres que han alcanzado el potencial de querer destruir al planeta y/o sus
habitantes. Pero hay millones más (mayoría aplastante que no se da cuenta), que
puede erradicar a los que usan el poder para el mal y así aumentar sus
capacidades de acción y reacción
para poder salvar al planeta.
Si
otros no ayudan a salvar al planeta, tú sigue haciéndolo. Es parte de la
cultura que te enseñaron en casa, en la escuela y que tú mismo has fomentado
desde tu corazón. Ya la vida permitirá que muchos otros, sigan tu senda cultural medioambiental.
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