La Cultura del Tatuaje en la Historia

El tatuaje puede o no encantar al observador, más sí a quien lo porta; muchos inevitablemente dirigen la mirada cuando ven uno y quedan hipnotizados con los trazos de su diseño, mientras que otros los portan con orgullo como un recordatorio a ese ser querido que ya no está más o a manera de reafirmar sus convicciones.

Pero la historia del tatuaje no fue sencilla, para llegar a tener esta percepción tuvieron que pasar siglos y romper estigmas que los acompañaron en diversas épocas.

Nadie sabe cómo fue el origen del tatuaje, lo único que se conoce es que nació en la frontera entre Europa y Asia hace aproximadamente 5 mil años y tenía diversos significados, que variaban desde atributos curativos hasta muestras de valentía o madurez, como aún se hace en diferentes tribus asiáticas.

A pesar de la poca información sobre el origen del tatuaje, hay 13 momentos que le han dado rumbo a la historia de uno de los accesorios con más poder emocional de la actualidad.

3300 a. C.: Ötzi, el hombre de Similaun

En septiembre de 1991 durante una expedición por los Alpes de Ötztal, en la frontera de Austria e Italia, dos alpinistas alemanes encontraron el cuerpo momificado de un hombre con 61 tatuajes en forma de línea en la muñeca izquierda, dos en la zona lumbar, cinco en la pierna derecha y dos en la izquierda.
Los estudios científicos al cadáver concluyeron que perteneció a un hombre que vivió ahí alrededor del año 3300 a. C. y sufría artritis en los lugares donde estaba tatuado, sugiriendo así que sus tatuajes tenían fines mágico - curativos.

2150 – 1990 a. C.: Sacerdotisas egipcias

La XI dinastía egipcia fue de las primeras en practicar el arte del tatuaje, en la momia de la sacerdotisa Amunet se observaron diversos puntos y líneas tatuadas, al igual que en la de Asecond, donde además tenía punteada la región púbica.
Estos hallazgos aunados a otras evidencias, sugieren que el arte del tatuaje era restringido a las sacerdotisas.
Se cree que el proceso del tatuaje era mucho más elaborado que en la actualidad, era un ritual que por ejemplo en Egipto era realizado casi exclusivamente por mujeres, un proceso doloroso que la mayoría de las veces se usaba para demostrar valentía o confirmar la madurez, en la misma forma que todavía se puede observar en los rituales de tribus de Nueva Zelanda.

1000 a.C.: Traspasando fronteras

Aproximadamente mil años antes de Cristo, el tatuaje traspasó fronteras y llegó de Europa y África a Asia, tomando fuerza en China, Japón e India. Con el tiempo el significado de los tatuajes cambió dependiendo de cada país, por ejemplo, en Japón fue destinado para los criminales.


297 a.C.: Atributos decorativos

Hace algunos años se encontró un libro chino que decía que otro interés de los japoneses era usar tatuajes para decorar el cuerpo, como un lienzo de los Hori, tatuadores japoneses que eran considerados maestros en el uso de la imaginación, perspectiva y colores.

306 – 337: Constantino I y la prohibición

El pueblo romano y griego utilizaba los tatuajes para marcar a los criminales, por lo que se volvió una práctica común entre los doctores remover tatuajes. El uso de los tatuajes en estas culturas fue reduciéndose hasta que el primer emperador cristiano de Roma, Constantino, prohibió esta costumbre.

Siglo V – siglo XV: De lo diabólico al estatus social

La prohibición de Constantino I inició con la estigmatización de los tatuajes por parte del cristianismo, que con la Edad Media, los catalogaría como diabólicos al nivel de llegar a prohibirlos.
Esta regla no fue respetada por los señores feudales, quienes tatuaban el rostro de sus esclavos para que la sociedad se diera cuenta de ello.
Más adelante, durante la época de las cruzadas, los tatuajes comenzaron a adquirir otro sentido cuando los caballeros templarios se tatuaban cruces en las manos o los brazos como señal de desear una sepultura cristiana en caso de morir en batalla.
Paradójicamente, fue en esta época también cuando las clases altas comenzaron a usar el tatuaje como símbolo de estatus, la nobleza se tatuaba para diferenciarse del resto de la sociedad y así mostrar su posición social.

1771: El regreso de los tatuajes

En las últimas décadas del siglo XVIII, el explorador Thomas Cook navegó hasta la Polinesia y descubrió que las tribus locales se grababan en la piel figuras geométricas.
En Europa, el tatuaje había permanecido en el olvido las últimas décadas, por ello Cook estudió la técnica de los tatuajes polinesios y la llevó de vuelta al viejo continente, donde se arraigó primeramente en los marineros y después comenzó a popularizarse en el resto de la población.

1861- 1870: La Guerra Civil estadounidense y el primer estudio de tatuajes

Desde varios siglos atrás ya existía el tatuaje en Estados Unidos, sin embargo, este se popularizó durante la Guerra Civil donde sobresalió el nombre de Martin Hildebrandt, tatuador oficial de ambos bandos de la guerra.
En 1870, cinco años después del final de la guerra civil, Hildebrandt aprovechó su reputación y abrió el primer estudio de tatuajes de Estados Unidos, en Nueva York.

1891: La máquina tatuadora

Tuvieron que pasar poco más de veinte años, para que Samuel O’Reilly, competencia de toda la vida de Hilderbrandt, inventara la máquina de tatuar, inspirada en una maquina inventada por Thomas Alva Edison.
Este invento fue fundamental para el acercamiento de la sociedad a los tatuajes.

1939 – 1945: Humillación

Durante la Segunda Guerra Mundial, los nazis tatuaban a los judíos con cifras, similares al número de serie de un objeto, con un doble propósito, de identificación y humillación, ya que la cultura judía prohibía las marcas en el cuerpo.

1939 – 1945: Orgullo

Por otro lado, los soldados americanos que combatieron en la Segunda Guerra Mundial, solían tatuarse el nombre de la persona amada dentro de un corazón o símbolos patrios que los inspiraran y recordaran no desistir durante la batalla.


1960: El Resurgimiento

El gran resurgimiento de los tatuajes se dio en la década de los años 60 y 70, cuando los hippies elevaron al tatuaje a la categoría de arte, realizando diseños multicolores y popularizándolo entre toda la sociedad.


Presente: Símbolo de moda y vanguardia

A partir de las últimas décadas, en la mayoría de las culturas los tatuajes han dejado de tener significados negativos y ser tabú para volverse parte casi fundamental de la moda.
Grandes personalidades portan con orgullo sus tatuajes y los buenos tatuadores están en la misma órbita que pintores y otros artistas visuales.
Dicha evolución del pensamiento ha venido acompañada de nuevos estilos que ofrecen una amplia gama de posibilidades para elegir el tatuaje que vaya mejor con tu personalidad.

Datos adicionales, tomados del artículo “La cultura en la mente, piel y ambientes sociales” de Jorge Sarramera (1958 – 2017, Honduras)

Borneo es uno de los pocos lugares donde se practica actualmente la forma tradicional del tatuaje tribal. El tatuaje y el piercing recuerdan el arte de Bali y Java, y los instrumentos de tatuaje son similares a los usados en la Polinesia. El tatuaje de la Polinesia fue el más artístico en el mundo antiguo, estaba caracterizado por diseños geométricos elaborados, que eran embellecidos y renovados durante toda la vida del individuo hasta que cubrían su cuerpo entero. Según Marco Polo en su "Travels" el respeto a una persona se medía por la cantidad de tatuajes que tuviera.

El tatuaje se usaba también como castigo, y los individuos acusados de sacrilegio debían ser tatuados. Debido a esto, los médicos griegos y romanos empezaron a practicar la remoción de tatuajes. Lentamente se abandonó el tatuaje de esclavos y criminales al extenderse el cristianismo en el Imperio Romano. El emperador Constantino, primer emperador cristiano de Roma, emitió un decreto en contra de esta actividad. Se cree que la actitud negativa contra el tatuaje tuvo su origen en este decreto. 

En Norte América, se asoció el tatuaje con prácticas religiosas y mágicas, era un rito simbólico y una marca única que permitiría que el alma superara los obstáculos en su camino a la muerte. El tatuaje era una práctica común entre los nativos de América Central, los nativos tatuaban en sus cuerpos imágenes de dioses.

El arte del tatuaje fue redescubierto por los exploradores. Banks, artista científico que navegó junto al Capitán Cook, describió en 1769 el proceso del tatuaje de la Polinesia. 

Los marineros de Cook iniciaron la tradición de los hombres de mar tatuados y extendieron rápidamente esta afición entre los marineros, quienes aprendieron el arte y lo practicaron a bordo. También fueron los viajes de Cook los que describieron el arte Moko entre los maoríes, un doloroso y elaborado proceso que duraba meses y que daba por resultado diseños negros en espiral y a rayas.

Alrededor del 1000 A.C. el tatuaje logró la entrada por medio de las rutas comerciales a la India, China y Japón. A pesar de un glorioso inicio en Japón, el tatuaje estaba reservado para aquellos que habían cometido crímenes serios, y los individuos tatuados eran aislados por sus familias, esto constituía el peor de los castigos. El emperador Matsuhito, ante la apertura de Japón al occidente decidió prohibir los tatuajes para no dar la impresión de salvajismo ante los extranjeros.

En América donde había existido desde siglos atrás, sólo tuvo eco masivo durante la Guerra Civil. Uno de los primeros tatuadores profesionales fue C.H. Fellows. Se considera que el primer estudio tatuajes fue el abierto en 1870 en Nueva York por Martin Hildebrant, inmigrante alemán. Su mayor competencia fue Samuel O' Reilly inventor de la máquina de tatuar en 1891, esta máquina estaba inspirada en una maquinaria inventada por Thomas Edison.

Alrededor de 1900 existían estudios de tatuaje en casi todas las ciudades importantes. Hoy en día, es famoso en el mundo entero del tatuaje el nombre de Sailor Jerry Collins (1911-1973).

En España, se puede empezar a hablar de tatuaje y de tatuadores alrededor de los años sesenta y setenta. Esta actividad comenzó en las zonas portuarias, donde se tatuaban marineros pero también personas adineradas que disponían de embarcación. 

A finales de los años setenta y principios de los ochenta, el fenómeno se difundió todavía más, de manera especial entre las clases medias altas, con el nacimiento de una cultura alternativa que consideraba este arte como una forma de extravagancia. 

En los años ochenta, bajo el impulso de la cultura punk, heavy, rocker y de otras nuevas tendencias los jóvenes empezaron a interesarse por el tatuaje.

El tatuaje antiguo tiene mucho en común con el tatuaje actual, este arte está aceptado, formando parte de la vida de muchas personas y podríamos decir que ocupando espacios cada vez mayores en la sociedad.

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