Este
no es un post para sugerir maravillosos lugares turísticos naturales o creados
por el hombre a conocer, como Los Médanos de Coro en Venezuela el Cenote azul en Bacalar – México o el Camino de
Santiago en España. Esta es una invitación a conocer las maravillas del mundo
por completo.
En fin, queremos que se abran los ojos a las pequeñas cosas,
para poder ver su grandeza y que sean parte de nuestra propia existencia.
Quienes se han ido de su país natal, como los casi 5 millones
de venezolanos que han emigrado, comprenden ahora el valor de darle la
importancia a lo que les era cotidiano, ya que en la actualidad, es parte de su
nostalgia y anhelo de volver a ver en mejores y dignas condiciones sociales.
Conocer las maravillas del mundo
Para conocer las maravillas del mundo, uno debe –en primer
orden- cumplir con aquella máxima que dice “Conócete
a Ti Mismo”.
Saber qué nos hace felices, qué asociamos con tal o cual
evento, que nos despierta, que nos activa la creatividad, imaginación y las
ganas.
Qué nos inspira a mejorar e incluso a corregir para aumentar.
El propósito de conocer las maravillas del mundo, es internalizar las
motivaciones, experiencias y necesidades tras las mismas.
Y de ellas, poder sacar nuestras propias experiencias, sin
limitarlas de forma alguna y mucho menos sentir que por ser personas de tal o
cual condición social, no podemos ser parte del cambio y aportar.
El paso por la vida siempre ha de tener significado. Así sea
para el entorno familiar, para una mascota o para unas plantas, nuestra propia
calidad y cualidad humana ha de ser trascendente.
Es una manera de manifestar nuestra propia esencia cultural,
demostrar qué hemos aprendido de lo que hemos visto. Por ello, conocer las
maravillas del mundo resulta un hito inspirador y motivador para hacer hasta el
gesto u objeto o acto más humilde del mundo.
Pero ese regocijo en la humildad y el sentirse útil, será
parte de nuestra identidad y ánimo por seguir, transformándose también en una
necesidad sociocultural que en éstos tiempos se está haciendo mucho más
importante para la conservación de la especie humana: La identidad, autoestima y convicción de que lo que se hace por el bien
propio y ajeno, siempre será nuestro aporte a la sociedad y otro motivo para
seguir siendo felices y productivos.
Cuando uno se concentra en conocer las maravillas del mundo,
en la cultura, ciencia, religión, tecnología, filosofía, humanismo y hasta en el
ocio, comienza a conseguir respuestas a su existencia y a plantearse nuevos y
mejores propósitos para hacer de su vida, cada día, algo menos monótono y más
significativo.
Conocer las maravillas del mundo, a través de la lectura,
videos, documentales, prensa, Internet, conversaciones y experiencias propias
y/o ajenas, es alejarse de los males de la depresión, el tedio y la
improductividad.
Las 7 maravillas del mundo antiguo, como inspiraciones para el mundo actual
Gran Pirámide de Guiza:
La posibilidad de hacer más y mejores estructuras, con seguridad y sin convencionalismos.
Jardines Colgantes de Babilonia:
La belleza y equidad entre lo natural y la mano creadora del hombre.
Templo de Artemisa en Éfeso: Esta
es una manera de conocer las maravillas del mundo muy especial, porque insta al
arte en pro de deleitar y honrar a una fuerza creadora mayor a cualquier ser
humano.
Estatua de Zeus en Olimpia:
El arte de la visualización, imaginación y creación (incluso por encima de su
paganismo).
Mausoleo de Halicarnaso:
Formas de honrar al caído y que su vetusta imagen imponente, recuerde que en
todos los que son productivos y han sabido conocer las maravillas del mundo,
existe un legado base para que el mundo siga evolucionando.
Coloso de Rodas:
La manera de identificar las maravillas de una tierra prodigiosa, hablando
figurativamente de lo grande e impresionante que puede ser. Mera representación
artística.
Faro de Alejandría:
Alegoría a las construcciones útiles que no por ello no han de ser imponentes,
bien planificadas y duraderas, dando identidad al lugar donde se encuentran
enclavadas.
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