No
es alentar su consumo, sino comprender y saber convivir con el hecho de que el tomar cerveza es una manera universal
de pasar los mejores y peores momentos refrescando a la garganta y calmando los
ánimos que puedan estar bajos o atemperándose.
Puede
usted comprar sus cervezas o hacer cerveza en casa y encontrar un disfrute sin igual en ambos procesos. Aunque
la cerveza artesanal se lleva los laureles
del ánimo ya que su elaboración y el disfrute de los resultados brindan un
adicional de éxito.
Brindar y tomar cerveza
Cuando
un amigo se va de la ciudad, del trabajo, de la cuadra, del grupo cultural o se
nos va a la eternidad, el acto de levantar los tarros a manera de encuentro,
dedicar unas palabras a manera de homenaje o panegírico –según el caso- y
chocar dichos tarros previo a un sorbo de honor, es propio de una gran cantidad
de países.
No
es un acto que se enseñe o se herede, sólo se ha visto y se hace genuino entre
quienes desean rendir tributo a quienes les agrada o les duele. Es un hecho
cultural innegable.
Los
cánticos, remembranzas, picardías y en ocasiones el llanto, acompañan a cada
sorbo de cerveza, sea para aumentar el gozo o mitigar el dolor.
Cada
instante es hecho de manera individual y/o grupal y se transforma en un nuevo vínculo.
Hacer su propia cerveza artesanal
En
sitios web como cervezodromo.es se
consiguen recetas para realizar tipos de cerveza con o sin alcohol. Nos muestra
la universalidad de matices y estilos que el mundo ha generado y que son parte
del hogar.
Los
grupos culturales en todas las artes se toman su cervecita luego de un buen
recital o exhibición para platicar los pormenores de lo vivido. Y cuando hacen
reuniones informales, la cerveza artesanal es –como elaborar comidas-, un
tiempo de calidad que refuerza su alma grupal.
De
hecho, en varios países hispanoparlantes, los emprendedores con cervecerías
artesanales hacen o aúpan / patrocinan espectáculos culturales para demostrar
que una (la cerveza) y el otro (los actos sociales), no tienen por qué ser
ajenos entre ambos.
Mientras
se cumplan los cánones de moderación y respeto al derecho ajeno, uno y otro
acto pueden convivir en paz.
Sabemos,
amigas y amigos del Canto Coral, que
luego de un concierto, bien que les gusta una cervecita para terminar de bajar
la presión acumulada y brin dar con los amigos por los frutos de los ensayos y
los esfuerzos que se hacen para llevar el arte vocal a todos por igual.
Entonces,
no condenemos al producto que bastantes empleos y ayuda a la economía
(responsabilidad social) ha brindado. Lo que debemos es propulsar es la
conciencia en el consumo moderado de la cerveza, como por igual ayudar a los
productores a llevar sus bebidas caseras
al mercado y todo lo micro a macro que pueden lograr.
Somos
un conglomerado cultural bastante extenso y complejo, pero siempre llevado con
conciencia y ánimos de apoyar al prójimo, será valioso para todos por igual.
La cultura requiere de personas de
ojos y mentes abiertas para ser tan indefinibles, prolijos, incalculables y
universales como ella.
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