Muchas historias se transforman
en mitos (en especial por la oralidad y lo fantasioso de sus narradores u oidores), ya que sus autores evocan momentos, emociones, historias, sensaciones
y hasta crean sus propias leyendas o por necesidad de dinero o crear un hito
musical. La Bikina bien puede enclavar en uno o unos de éstos rangos de origen.
Así como El Muelle de San Blas (Maná), Penélope (Joan Manuel Serrat), La Embarazada
del Viento (Cecilia Todd), Volveré (Chiquetete) o El Loco Juan Carabina (Simón
Díaz, del poema de Aquiles Nazoa), esta canción (La Bikina)se transformó en un mito
porque emula a una mujer que tuvo una historia que no se llegó a concretar y la
llevó al paroxismo.
Su autor, el mexicano Rubén Fuentes la creó como un
tema instrumental al cual se le colocó nombre más adelante. 3 historias han
poblado la Internet sobre el origen de la canción, mismos que el propio autor
jamás desmintió ni corroboró, sólo pidiendo que La Bikina fuese siempre un tema
de todos.
El primero, que su hijo en la
playa al ver la prenda de las mujeres y preguntar cómo se llamaban, él le
respondió que bikini; el niño dijo, “ah, entonces si la usan las mujeres, es
bikina”.
El segundo, sobre una pobladora
mexicana afectada por una incursión del ejército de su país en contra de
quienes defendían la libertad de culto,
hecho lamentable conocido como la época
de los cristeros.
La tercera versión indica que
el tema caló tanto en Estados Unidos que le titularon “The Beggin’a”, debido a
que la pieza iniciaba las intervenciones de los mariachis en sus
presentaciones, ergo, eran el comienzo.
Por fonética y divertimento, terminó derivando en La Bikina.
Si bien esta última es una
versión algo halada de los cabellos, es la más cercana a la realidad, debido al
gusto por el humor y el coloquialismo propio del mexicano.
En fin, todos estos relatos y
otros creados en versiones populares, obras teatrales y explicaciones de los
artistas al grabar la pieza, lo que han llevado a La Bikina a un sitial
importante en la música latinoamericana.
Fue tema de fondo del Cantinflas Show (Hanna – Barbera), el
cantante Luis Miguel la caló
nuevamente en la juventud y es una de las obras sinfónicas más imponentes en el
folklore mexicano, ya que la misma inició la obra del mariachi sinfónico del compositor Fuentes, arreglista de Pedro
Infante, José Alfredo Jiménez, entre otros.
La Bikina
Presentamos pues tres versiones
para que elijan la que más sea su gusto para disfrutar esta hermosa canción.
La primera, con el Mariachi Vargas de Tecalitlán, quien adoptó a La Bikina como su himno de entrada. Una hermosa combinación entre la orqueta sinfónica de Querétaro y el MV.
Este es el mariachi más respetado en toda Iberoamérica, una academia
del sentir mexicano, tanto en formación musical como actitudinal
La segunda versión con el venezolano
Gualberto Ibarreto “El Pichón”, una de las voces y personalidades más respetadas del país, quien de manera
autodidacta y nacionalista llevó a La Bikina a una versión tan excelsa que
muchos llegaron a pensar que él era el autor del tema. El propio Gualberto ha
desmentido ello, dando loas a su autor.
La versión grabada fue con bandola, cuatro y mandolina, en esta
versión -que creemos fue en Radio Caracas
Televisión (RCTV)-, no incluye a la bandola y muestra sus grandes dotes
vocales
Y la tercera versión es
interpretada por el Grupo Vocal Cuzco; de
este arreglo existen varias grabaciones pero no encontramos la partitura y no
sabemos quién es el arreglista.
Las canciones nos logran contar
historias fantásticas, reales y sublimes en poco tiempo, porque así es la buena
música, sucinta pero encantadora.
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