Stress en los Artistas
Una enorme cantidad de personas en el mundo sueñan en
algún momento de su vida destacar en el mundo de las artes y los espectáculos,
sea en el género musical, dancístico, la animación o modelaje. Siempre viendo
los resultados y nunca visualizando aunque sea de manera superficial lo que los
artistas han de pasar hasta llegar a donde están.
En una alegoría que puede explicar esto, es como
quien ven los productos a base de cáñamo
pero no observa el proceso que el mismo requiere desde su siembre, traslado,
manufactura y comercialización; mucho menos cuánto se necesita de él en un país
y el ser relegado de la realidad socio productiva.
Algo similar ocurre con los artistas en el mundo. La
gente no entiende el stress al cual se ven expuestos, en especial por quienes
les admiran e idealizan, comprometiéndoles de tal manera que terminan derrumbándoles.
El stress en los artistas es una frecuente
Nadie debe creer que porque alguien llena estadios,
graba canciones exitosas y obtiene dinero, se escapa de las emociones,
necesidades y enfermedades humanas. Ese mito ha terminado destruyendo carreras
por décadas.
Los artistas, humanos al fin, comienzan a exigirse
más para cubrir las necesidades de los públicos, haciéndose ellos mismos daño
por una mala guía (agente, productor música, staff, contratantes), lo que les
termina creando males que por falta de estima, misma que no se compra con
dinero, les termina afectando en pensamiento, actitudes, físico y como imagen
pública.
Algunos síntomas
Es así como los artistas que no saben manejar el stress
y que son presionados por su entorno y exigencias de los fans, terminan
teniendo:
-
Irritabilidad
general.
-
Ojeras e hinchazón
en los ojos.
-
Propensos a
engordar o por el contrario, repeler la comida y perder peso.
-
Cambios en
el ciclo circadiano.
- Deseos de abandonar su carrera o sensación de estancamiento.
Lo que esto logra: Negativo y/o Positivo
Poco a poco, su presencia en el escenario es más
mecánica, menos efusiva y sentimental tal cual era su ímpetu en un principio. A
veces actúa por cumplir y se le olvida la razón principal: Dar lo mejor de sí
al público y disfrutar a su vez lo que le gusta.
Los artistas que entran en conciencia de ello a
tiempo o tienen personas en derredor que les quieren como ser humano y no como
producto, son ayudados paulatinamente para que la fama no les afecte. Algunos métodos
de iniciación son:
-
Buena y
constante hidratación y brindarles alimentos sanos.
-
Uso del bálsamo labial con agregados especiales
derivados del cáñamo como relajante, además de “embellecerles” de manera
natural.
-
Ayudarles a
crear cierto equilibrio en su descanso y horas de actividad.
-
Asesoría en
vestimenta, andar y comportamiento social.
-
Terapia de
la ira o conductual para saber lidiar con el stress ocasionado por el precio de la fama.
-
Ejercicios e
interacción social lejos de los escenarios.
En fin, les recuerdan sus orígenes y que pueden
balancearlo con la fama.
Todos los artistas han pasado por ello
Los artistas sienten miedos e inseguridades antes
de subir a los escenarios, donde saben que estos males se combaten y curan. Esa
sensación de triunfo, balance y solución a los problemas de cuerpo y alma es la que se debe llevar a todas partes.
Así sea un tenor o contralto de un coro; una niña
que hace de flor en una obra, un actor de cine o un escultor, todos estarán
signados por el stress de que lo que hacen, cale en los públicos.
Es la confianza, el trabajo, la argumentación, la
constancia y la entrega total en los escenarios y fuera de ellos, los que les
genera un adrenalina que debe amoldarse a su moral y educación para mantenerle
siempre en agrado y así, laborar en sana paz y haciendo del stress o el miedo escénico nada más que una fuerza
que les ayude a triunfar.
Y es tan sabroso como un dulce de manzana verde estar con artistas y ser
uno de ellos y sentir miedo o algo de presión, para transformarla en ese
picante adicional a nuestras rutinas, cantos, performance que las hacen mejor.
Se busca es vencer al reto y ya logrado, la vida se
hace más ligera; además, sabiendo lidiar con los distintos públicos para llegar
a un consenso donde ambos reciban lo mejor de la contraparte sin que haya
presiones ni metas irreales.
Así, es como los artistas de toda índole, llevan su
arte y pasión con el mismo pundonor y agrado, desde el más famoso y reconocido,
hasta a aquella persona que toca una guitarra en una calle para hacer más agradable la
vida de los transeúntes, como hacen los grandes artistas de corazón.
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