Lo que se podría considerar un hecho acultural y de
cuidado es el de quienes se entregan en cuerpo y alma a Dios y olvidan a los
demás, lo que filosófica, teológica y socialmente debería ser considerado un
error, porque si abandonas las obras de quien amas, ¿Entonces no le estás
abandonando a él o ella?; más este no es el caso que nos atañe, en el que Dios
es primero para esta salmista y oda su obra, cuida y respeta.
Expliquemos cómo es que Dios es primero para esta salmista
Ya habíamos tenido el honor de hablar de ella, Emi
Molero, de su trabajo como vocalista, compositora y cómo dialoga y pide a Dios
por todos a través de sus canciones plagadas de sentimiento.
Fue así como comprendimos que Dios es primero para esta
salmista porque le brinda el honor y la gloria que Él merece de todos nosotros.
No lo hace por moda o para que cubra sus necesidades y lo olvida cuando está en
la buena como millones en los siglos que nos anteceden han hecho y
lamentablemente siguen haciendo.
Hay personas que cuando tienen el agua al cuello, voltean al cielo o cierran los ojos buscando a
Dios para que les solucione. Y al estar solucionado, pues… ¡ya será para otra
ocasión, mi Señor!
Por el contrario, hay quienes de manera incesante alaban
a Dios, en ocasiones más de las siete veces diarias que en algún lugar de La
Biblia hemos podido leer. Pasan de la humildad a la compulsión y quieren de
manera muy tosca hacer que los demás lo hagan, como si un pastor de ovejas
buscare a la descarriada con gritos o abrazos agobiantes. Esa incomodidad no es
de buena educación y tampoco demuestra gran amor a Dios, por excesivo.
Pero ella en cambio
Trabaja, estudia, comparte, sonríe, ayuda, ama a su
familia, respeta a sus amistades, valora la ida y las buenas acciones de las
personas y tiende su mano a quien ha caído para que se aleje del mal. Con prestancia
y seguridad demuestra que Dios es primero para esta salmista y que al cuidar a
sus semejantes, está honrando su obra.
Que al apoyar al talento y más cuando este tiene propósitos
de fe y salvación, redención, unión y mejoramiento personal, es por igual dar
los honores a Dios, que otorga en nuestros destinos el saber y las
oportunidades bien ganadas como su forma de bendición.
Es grato entender de la cantante venezolana Emi Molero
que quien sabe y busca hacer las cosas buenas por los demás revestida de
humildad, logra hermanar incluso a quienes no creen en Dios; esa es una manera
de rescate por igual, que masifica una cultura de paz y solidaridad, con el
marco más grandioso y que esta página impulsamos: la música, el arte de los sonidos.
Lcdo. Argenis Serrano
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