La llegada del 25 aniversario es un honor inconmensurable. Ello se traduce en “trabajo”, tal cual nos dijese el desaparecido Maestro Otilio Galíndez, hace un par de años atrás.
Muchas expectativas teníamos para este año, más el destino siempre tiene otras palabras distintas y nos ponen a prueba.
El comienzo de año se vio marcado por momentos tristes y traumáticos en nuestra agrupación, motivados por la delincuencia que secuestraron a uno de nuestros integrantes, quien luego de 7 días volvió con su familia y con su otra familia, nosotros.
Poco tiempo después, otra situación igual nos afectó, esta vez de menos tiempo pero no de menos efecto. El lado positivo es que todo salió con bien y los culpables fueron castigados tal cual merecían.
El trabajo coral comenzó entonces, luego de la pausa motivada por nuestra afición al Glorioso equipo de béisbol LOS TIGRES DE ARAGUA. Motivo por el cual se creaba la necesidad de faltar a los ensayos.
Llegaron los ensayos, 2 integrantes tuvieron que retirarse por motivos personales y profesionales, lo que no implica se retiren del todo de nuestro grupo y mucho menos de la música coral, ya que quien es coralista una vez, lo es por siempre.
El lugar de ensayo tuvo que ser cambiado por no contar ya con el espacio requerido. Un lapso de ensayos en casa del coordinador y a veces alternando en la casa de cada quien creaba continuidad, familiaridad pero ligar casa con el trabajo es a veces comprometedor.
Llegó un nuevo y definitivo sitio de ensayos, la propia sede del Colegio de Médicos, donde la comodidad, acústica, seguridad (ya nos habían robado los carros también en donde ensayábamos), todos estos factores hacen más fluido y productivo el trabajo coral.
Muchos otros factores inciden en los retrasos: Lluvia, electricidad (muy en boga en el país ahora), tráfico, actividades con otros grupos corales tanto del director como de los integrantes (llamado popularmente policamburismo), prepararse para actos formales que implican ensayos especiales y no con el nuevo repertorio; la salud, que es un factor comprensible y las actividades familiares.
Pero ya eso es pasado, son anécdotas, que aunque grises podemos sacar algo muy en claro: Somos más que amigos, somos una familia que se entiende, apoya, cuida. De cada uno de nosotros y de nuestros familiares se ha creado una armonía y camaradería difícil de romper. La misma que se ha mantenido durante estos 25 años, que trajeron y llevaron quienes han cantado acá y que pueden dar fe de la misma ante cualquier situación o circunstancia.
Ahora que cumplimos 25 años, que hay nuevos integrantes, se han renovados las generaciones, tenemos el apoyo del colegio que representamos, el cariño e impulso de las demás agrupaciones corales médicas venezolanas, es en estos momentos que fortalecemos nuestro interés por ofrecerles un trabajo modesto, humanizado pero hecho con mucho cariño, compartiendo los preceptos que tácitamente nos han unido y caracterizan: Música, compromiso, humor, bohemia, unión, impulso, honor y amistad.
Gracias a ustedes por estar allí, sus aplausos nos nutren, sus palabras nos alegran, su aprecio por nuestra agrupación y la música coral toda nos dan vida y nos hacen pensar con razón, que vendrán con facilidad oros 25 años, con nuevas generaciones y el mismo cariño de ser la CORAL DE VOCES OSCURAS JOSÉ MARÍA VARGAS DEL COLEGIO DE MÉDICOS DEL ESTADO ARAGUA.
A todos mis compañeros, actuales y de otrora, gracias por ser quienes son, ya que han sido mi ejemplo para mejorar y crecer como persona y coralista.
25...y los que faltan...
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