Atenea: Diosa de la sabiduría según la mitología griega. Hija de Zeus y Metis. Cuenta el mito que Metis fue la titánide que obligó a Cronos a vomitar sus hijos.
Zeus se enamoró de ella pero no empezaron una relación hasta que Zeus llevara varios años de casado con Hera.
Metis se convirtió en la primer amante de Zeus y cuando quedó embarazada, Zeus se aterró de la posibilidad de que Hera se enterara, así que devoró a Metis para protegerla de la ira de su esposa.
Días más tarde, a Zeus le dio un gran dolor de cabeza así que Hefestos le abrió la cabeza con un hacha, de la cabeza de Zeus nació Atenea. Ella era adorada sobre todo en Atenas, era una gran guerrera que no tenía piedad ni misericordia (como se ve en el mito de Medusa).
Ella fue llamada Minerva en la mitología romana.
Baldr: El dios de la luz según la mitología nórdica. Era hijo de Odín, el segundo y su poder de luz era una señal del bien así como de la esperanza.
Loki, furioso porque sus hijos habían sido capturados por los dioses, decidió asesinar a Baldr para lo cual le entregó a Hoor, el dios ciego, una lanza con un muérdago. Hoor la lanzó y con ella mató accidentalmente a Baldr.
La muerte de este dios fue
el primer augurio que señaló la proximidad del Rägnarock para los dioses
nórdicos. Aún cuando intentaron recuperarlo del Hellheim, Hela se negó a
entregarlo por una cuestión de orgullo.
Bastet: Diosa del hogar, la alegría y la Luna según la mitología egipcia. Hija de Ra y Hathor.
Era una diosa feliz que cuando se enojaba transformaba su rostro en el de un gato furioso indomable.
Bastet era la más impredecible de las diosas y
se decía que solo ella podía calmar la ira de ciertos dioses como Sejmet.
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