El presente trabajo
pretende explicar las ideas que el padre del psicoanálisis Sigmund Freud
expresó en 1905 en su libro El chiste y su relación con el inconsciente. En
concreto este post se ha construido tras la lectura del primer capítulo de la
Parte Teórica del citado libro: “El Chiste y su Relación con lo Inconsciente”.
LA
OBRA:
Sigmund Freud escribió
este libro en el año 1905. De forma simultánea escribía también otra obra: Tres
ensayos sobre la teoría sexual.
Fueron tan estrictamente
simultáneas que su autor tenía en la misma mesa los dos manuscritos en dos
mesas contiguas e iba redactando alternativamente según como habían ido sus
reflexiones. Por eso se puede ver un paralelismo entre ambos libros.
En ese tiempo Freud tuvo
uno de sus periodos culminantes. Ese mismo año, escribió aparte de las dos
obras mencionadas anteriormente, cuatro artículos. El chiste y su relación con
el inconsciente es uno de los libros menos leídos de Freud. Según Ernest Jones
podría ser porque es uno de los libros más difíciles de entender.
Freud para escribir el
libro del Chiste y su relación con el inconsciente se basó en lo ya dicho o en
las teorías de otros autores que fueron: el poeta Juan Pablo (F. Richter) y de
los filósofos Th.Vischer, Kuno Fischer y Th.Lipps pero también cabe destacar
que estos autores relegan a un segundo plano el chiste y se centran más en la
investigación de lo cómico.
Freud divide su obra en
tres partes principales: Parte analítica, Parte sintética, Parte teórica. En la
Parte analítica Freud trata dos temas principales que son las técnicas de
formación del chiste en las que explica cómo se forman los chistes. También
explica en otro apartado las tendencias, que serían la intención y el fin de la
creación del chiste.
En la Parte Sintética, que
ya es más complicada, hace referencia a los mecanismos del chiste y a la
psicogénesis del chiste. La psicogénesis es el término que denota el origen y
el desarrollo de la mente y de los fenómenos mentales, así como la teoría de la
evolución mental. La Parte sintética habla también del chiste como fenómeno
social y sus motivos. Aquí se podrá ver la relación del chiste con la sociedad
y cómo va cambiando según diversos factores.
La última parte de libro
de Freud muestra la relación que tiene el chiste con los sueños. Habla del
inconsciente. Por ultimo hace referencia a lo cómico a sus especies, y qué
conexión tiene con el chiste.
Freud volvió a escribir
sobre el humor en 1925; esta vez sólo escribió un artículo.
EL
SUEÑO EN EL PSICOANÁLISIS:
Como dijimos en este
trabajo íbamos a tratar cuales eran las relaciones entre el chiste, los sueños
y el inconsciente. Para lograr nuestro objetivo es imprescindible explicar,
aunque sea someramente, que función cumple el sueño en la vida anímica normal
de un individuo.
El sueño tiene un
desencadenante fisiológico: la fatiga que hemos ido acumulando durante el día
hace que tengamos la necesidad de dormir. En este estado de reposo la censura
del súper-yo (instancia represiva de nuestro aparato psíquico) queda debilitada
y nuestro inconsciente es libre de generar una serie de alucinaciones en
nuestra mente. Al despertarnos difícilmente nos acordamos de nuestros sueños
porque el súper-yo vuelve a actuar y a reprimir los deseos inconscientes que el
ello ha expresado a través de la fantasía onírica. Pero ¿por qué nuestro
psiquismo elabora esta fantasía? Según Freud esta fantasía tiene la función de
“consolar” a nuestra mente de las frustraciones que provoca la continua
represión del súper-yo en el estado de vigilia.
Conscientemente fantaseamos con
posibilidades irreales (conquistar a la mujer amada, ganar la lotería) para
consolar a nuestro ego con esas creaciones fantásticas, pues algo así sucede en
el sueño pero a un nivel más profundo, más radical, ya que, en la fantasía de
la vigilia nuestro súper-yo sigue actuando con mayor fuerza que en el estado de
sueño.
Sin embargo, el sueño no
representa, por lo general, nuestros deseos tal cual. EL súper-yo está débil
pero no es inexistente así que el inconsciente debe de burlar a la censura de
alguna manera; según nuestro autor, el inconsciente burla esta censura en el
sueño de dos modos principalmente: mediante el desplazamiento y la
condensación.
El desplazamiento es
cuando un deseo se desplaza de un objeto a otro y se realiza en él. Por
ejemplo, el deseo inconsciente de matar al padre puede desplazarse como el
sueño en donde se caza un animal fiero y enorme. La condensación es cuando un
sólo objeto adquiere la carga afectiva de otros muchos. Es como si un tesoro o
una puerta secreta en un sueño representase una pluralidad de aspiraciones
personales o deseos insatisfechos. Tanto desplazamiento como condensación se
ven moldeados por el principio de la transformación, en otras palabras las
cosas, en los sueños, nunca son lo que aparentan ser.
¿Qué tiene que ver todo
esto con el chiste? Bueno pues para Freud el chiste se construye también a
través de estos dos procedimientos de la condensación y el desplazamiento.
Podemos ver esto con varios ejemplos:
¿Por qué la Estatua de la
Libertad es mujer? Porque tiene la cabeza vacía.
¿Qué es un travestido? Un
hombre que quiere progresar.
En estos dos chistes
sexistas vemos como se ha producido un desplazamiento ya que la carga agresiva
hacia un sujeto del sexo opuesto (pareja o progenitor) se desplaza de un modo
abstracto hacia el género masculino o femenino en general. Al mismo tiempo los
chistes sexistas o agresivos suelen hacer que el sujeto del chiste condense a
una pluralidad de representaciones del inconsciente; así la víctima de la
gracia del chiste representa a todas las personas sobre las que queremos
liberar nuestra agresividad. Evidentemente condensación y desplazamiento, en
ocasiones, no son más que diversas caras de una misma moneda.
EL CHISTE:
Hemos visto hasta ahora qué es el sueño para el psicoanálisis y como se
relacionaba los mecanismos de construcción del sueño con los mecanismos de
construcción del chiste. Pero ¿qué es el chiste? Según el Diccionario de la
Real Academia el chiste es: “Un dicho o historieta muy breve que contiene un
juego verbal o conceptual capaz de mover a risa”.
Freud, a su vez, en la
obra que estamos comentando cita la siguiente definición de Lipps: “Llamaremos
chiste, en general a toda provocación consciente y hábil de la comicidad, sea
ésta la intuición o de la situación”. Asimismo cita el psiquiatra austriaco a
Fischer cuando dice que el chiste es “un juicio que juega”, se trata por lo
tanto de un juego de palabras. Estas definiciones del chiste vuelven a
establecer un paralelismo entre el chiste y el sueño ya que el elemento lúdico
es otro rasgo principal de la construcción onírica así como lo es del chiste.
Otro rasgo que para Freud
es importante y paralelo a ambos fenómenos es el carácter espontáneo del chiste
y del sueño. En el estado onírico la conciencia no tiene apenas capacidad de
decisión, el sueño surge espontáneamente en nuestra imaginación sin que podamos
generalmente moldearlo o cambiar su desarrollo (de hecho cuando esto ocurre
despertamos). En el chiste ocurre algo parecido: la broma no surge si no es de
un modo espontáneo, no meditado.
Una broma no se realiza con premeditación y
quien no sabe contar un chiste de un modo espontáneo no sabe contar un chiste.
Por otro lado debe ser igualmente espontánea la sorpresa del oyente, esto
explica por qué los chistes sólo hacen reír la primera vez que se escuchan.
Tras estos paralelismos y
conociendo la función anímica que cumple el sueño podemos definir la función
que tiene el chiste en nuestra vida anímica.
Tanto el sueño como el
chiste son funciones anímicas encaminadas a la obtención de placer; de un modo
u otro a través de mecanismos similares (desplazamiento y condensación) ambos
intentan reelaborar elementos inconscientes para que nos generen estados de
conciencia placenteros; esta es la razón que los elementos del chiste y del
sueño sean por lo general tan similares (sexo, violencia, situaciones imposible
o chocantes etc.) Sin embargo, aquí acaban las similitudes: el sueño tiene un
carácter solitario frente al carácter social del chiste. El sueño es un placer
solipcista, del individuo, sólo compartimos sueños con personas muy cercanas y
ni siquiera con ellas compartimos los sueños más profundos o de carga
consciente más desasosegadora. El chiste, no obstante, es un placer social que
necesita de la comunicación para que nos produzca placer; aunque nos podamos
reír de un chiste sólo en nuestra imaginación siempre necesitamos tener
presente la figura de un interlocutor.
Otra diferencia es que la
función del sueño es, como dijimos, ahorrar displacer y frustración a la
conciencia, mientras que el chiste pretende una consecución de placer positiva.
El chiste provoca activamente el placer que provoca mientras que el sueño
adopta una actitud pasiva que sólo puede actualizarse por el descanso del
súper-yo durante el reposo nocturno.
De lo anterior surge otro
rasgo distintivo del sueño y el chiste: mientras que el sueño supone una
alucinación el chiste es un juego que nunca deja de ser tal, dado el carácter
activo de su manifestación. En palabras menos técnicas: el sueño nos lo creemos
más durante su manifestación que al chiste que al fin y al cabo es en su
manifestación (aunque no en su elaboración) una actividad consciente.
Recibido en nuestro correo coraljmv@gmail.com sin autor del análisis de éste ensayo, a quien atribuiremos su autoría por igual al comprobarse.
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