Aunque por décadas fue
la radio la que “pegó” las canciones más populares de la historia, gracias al
mercadeo de las disqueras o el desembolso de los cantantes independientes, es
actualmente TikTok la que lleva a la fama a muchas melodías, por factores que
trascienden a los “earworms (gusano musical)”, que
siempre han incidido en nuestro apego a tal o cual canción, incluso si esta no
está de moda.
Sobre los earworms
El fenómeno psicológico
por el que una canción se hace pegadiza se llama "earworm" o "gusano musical", término que se
refiere a una melodía, fragmento de una canción o ritmo (en ocasiones algunos
sonidos cortos o pequeñas melodías como los ringtones) que se repiten involuntariamente
en la mente de una persona.
Los earworms suelen ser
difíciles de quitar de la cabeza y a menudo son parte de canciones que tienen
un estribillo pegajoso o una melodía simple y memorable.
Bueno, decimos que es difícil,
pero si tenemos un secreto para sacar esas tonadas de tu mente, provocadas por
los earworms, y es muy sencilla:
Sólo debes cantar la canción
completa. Sí, nada más eso. Es que tu mente se
encasilló en un fragmento que repites a manera de bucle, por lo cual el darle
fin puede ayudarte a salir de ese trance.
Ahora, sí no te la
sabes completa, pues deberás buscarla y cantarla un par de veces. Ya la mente
estará satisfecha y podrás sacar a la tonada sin que te resulte esta de hastío.
Pero, ¿Cómo influyen los earworms o gusanos musicales en generar boom en TikTok?
A diferencia de otras
plataformas como YouTube o Instagram
para videos y de Spotify o Ivoox
para audios y podcast, en TikTok
existe el elemento de la edición sencilla y el permiso para uso de material
musical, sea propio del artista independiente o de las disqueras.
Esto es utilizado muy
especialmente por el público femenino para bailar con sus prendas más cortas o
hacer la mímica a manera de sacarse un video – selfie o de verse en el espejo,
además de hacer el lipsync o fonomímica
con la letra de la canción.
El que TikTok permita
las libertades de performance para reinterpretar cada canción o sonido famoso
en base a la visión o posibilidades de cada usuario, hace que el tema musical cale
rápidamente.
A diferencia de YouTube
donde se es más espectador o hay que realizar demasiados acomodos a un video
para que no viole los derechos de autor, en Tik Tok la libertad expresiva y el
fondo musical que acompaña a mujeres, hombres, niños, familias, mascotas e
incluso a las cosas con tonos que les brindan un nuevo contexto, terminan
alimentando a los earworms de cada quien.
¿Es bueno o malo ello?
Bien, los earworms
pueden transformarse en un perturbador de la concentración, el sueño, la
capacidad social y el ánimo. Increíble pero cierto que algo tan pequeño y
simple, pueda trastocar las acciones de las personas, pero es así.
Para los músicos,
productores, inversionistas y quienes monetizan de cualquier manera en TikTok
es magnífico, además de muy rentable, ya que proyecta a los nuevos artistas con
gran facilidad e incluso permite encontrar talentos que se atrevieron a
invertir en ir a una cabina de grabación con una persona que conoce de audio,
grabaron un tema musical y lo subieron a las plataformas.
No todos serán exitosos,
pero sus sonidos tendrán opción a múltiples usos y ser quienes alimenten a los
earworms o gusanos musicales que proseguirán un ciclo productivo.
Lo importante es que
escriban canciones que puedan avivar las sensaciones más felices, pícaras, sensuales
y amenas de las personas, para monetizar. Lo triste es que no siempre surgen
canciones que de verdad valgan la pena y trasciendan, sino un boom temporal que
puede ser fastidioso para algunos, en especial a quienes se les meta un earworm
a fastidiarle con esa canción que no le gusta.
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