Hace poco la gente de la página 7biz.com contactó al editor de éste y otros 5 blogs, admirados por su redacción y temáticas. Le solicitaron algunos artículos que luego rechazaron porque no era nuestro lenguaje no se comprende en España y algunas cosas no serían bien aceptadas, tildándolas de "sexistas".
Y le dijeron sexista a un segmento del artículo que agradecía a las mujeres porque en su rol de amas de casa cuidan, organizan y dirigen el hogar y hacen mejores a sus habitantes. Lo consideran sexista porque hay hombres que son también amos de casa. Y gais o lesbis. En fin, debí escribir una palabra standard (según ellos), porque podría tener problemas de género.
Eso, damas y caballeros es también un problema de miedo, entendimiento y aceptación. Sí se quiere generalizar, entonces tomen un todos, como un todo. Hasta la misma Real Academia de la Lengua Española ha dictaminado la inutilidad del "todos y todas", como manera de inclusión.
La verdadera inclusión está en comprender que todos somos iguales, merecemos recibir y dar equidad y pensar "hacia arriba", que la igualdad sea para mejorar.
Con eso de lo "políticamente correcto" han buscado una igualdad y lo que han hecho es un cambio que termina discriminando a los demás. Lo que han saltado todos, entre activistas y ONG's es acabar con eso de minorías o segmentos y que todos seamos iguales ante la ley, que el poder hacer lo que se siente y quiere, lo que genéticamente te llama e identifica, que te haga una mejor persona, con respeto por las leyes, por la cívica, por la moral. Recordar que tus derechos y deberes terminan en donde comienzan los de otros.
En España temen decir "negro"; en Venezuela no. Como ejemplo, mi abuela era negra y decía que era lo mejor que le pudo haber ocurrido en la vida. Sí alguien es gay en España, se le respeta, pero más que demostrar su amor, lo que hacen es exponerlo a la ligera sin interesarle el entorno. En Venezuela a los gay se les respeta y por igual a veces buscan demostrar su amor, lo que es normal. Pero las muestras de exhibicionismo enfermizo, de mal gusto, se les dicen y critican. Y no hay miedo a ser apresados por ello. En España sí.
Lo que deseamos decir, es que en Venezuela no tememos decir las cosas tal cual, al pan - pan y al vino - vino. En España sí. Y eso no nos hace machistas, sexistas, ofensivos. Nos hace menos temerosos y así exigimos el orden y respeto que por igual se le exigiría a una pareja heterosexual.
Conclusión: La cultura es entre tantas cosas, la forma de decir el sentir de diversas formas que jamás lleguen a la pretensión, a la imposición, a la unilateralidad, al miedo. Libertad sin libertinaje. No se prohíben las expresiones culturales, de género, de creencias. Se busca la convivencia.
Y quizá los latinos en la búsqueda de no cambiar las cosas para que la contraparte sea la dañada, sino que ambos tengan su espacio y beneficio, superamos a la madre patria España.
Esperamos estar equivocados. Sí no, esperamos ser un ejemplo para su nueva visión, en que todos seamos humanos, personas, ciudadanos, antes de ser segmentados y nos dé miedos hablar de las cosas tal cual.
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