La recuperación de las
damas que recién acaban de dar a luz es tanto un proceso que lleva control
médico, como del sentir propio de las parturientas y un halo sociocultural que
se enlaza al entorno o país – cultura donde ella nació o reside. Todo un legado
de tradiciones que de manera indirecta influyen en la vida del bebé.
Sea en las madres
primerizas o las que tienen dos o más partos, de un bebé o múltiples, la recuperación
depende de cómo ellas se sientan luego del parto natural o la cesárea, de las
condiciones que marcaron el nacimiento y el entorno.
Sí hacemos un recorrido
virtual por algunas tradiciones postparto que tratan sobre la recuperación de
la madre, vemos que en China, país de tradiciones algo eclécticas pero muy
formales, una de ellas es estar en pijama por un mes luego de nacer el bebé;
todo por ser éste un sinónimo de descanso. Su alimentación es a base de
alimentos hervidos, nada puede estar crudo. De esa forma se busca volver a
equilibrar el Yin y el Yang de la madre, con descanso y comidas apropiadas.
La confianza es una forma
de atención postparto. Esta se traduce en confiar el cuidado de la madre a los
familiares y ser monitoreadas por enfermeras capacitadas, además de terapia
física en su hogar. Les instan a aprender el cómo cuidarse bajo la guía de páginas
especializadas y humanas, que son conocidas como los blog de mamas felices y bien asesoradas, que enseña y además brinda contacto virtual y
personal. Todo esto es propio de los países europeos, pero sin límites al llegar a todo el mundo.
En los países
latinoamericanos, donde la familia es muy unida de por vida, los primeros
cuarenta días luego del parto (la famosa “cuarentena”), es el tiempo de mayor
cuidado de la madre por parte de los familiares. Su recuperación se hace a base
de caldos, jugos, comidas a la parrilla, evitarle cargar peso, hacer los
oficios por ella, para que así tenga su tiempo de vínculo total con el bebé.
Los dos son mimados, parte de la cultura latina en su calidez y jolgorio. Por
eso las leyes se ajustan a la defensa de madre y bebé y dan marco legal a éstas
tradiciones que se conjugan con deberes, lo que hace de la experiencia del
principio de la maternidad un tiempo de neta calidad y segura de no
consecuencias legales.
La cultura estadounidense,
sin que la llamemos fría, es distinta. Más allá de que los hijos sólo conviven
hasta que abren alas en sus estudios u oficios, su sistema de cuidados legales
en maternidad son bastante secos, ya que no hay un reposo legal, sino
oportunidad de toma de vacaciones y de no hacerlo, deben reintegrarse a sus
labores a pocas horas del parto. Quizás por ello la salud merma y no hay ese
lazo fraterno tan arraigado como se tiene en el resto del mundo.
Como podemos ver, la
recuperación de la madre luego del parto depende del marco legal, del amor que
la rodea, de su interés por recuperar las fuerzas sin abusar, sin aburrirse,
sin forzarse. Y eso lo logra porque sabe y quiere vivir para disfrutar de su
crío por décadas. Por ello se ocupa de estar bien cuidada, bien querida por los
suyos y aprovechar las ventajas de las tradiciones arraigadas en sus países.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario